Me invitaron a tener la aplicación. Siempre escuchaba 'Cashea', 'Cashea', pero no preguntaba de qué se trataba. Un sobrino me dijo: 'Tío, yo te lo compro por Cashea', y así comprobé la facilidad de compra para obtener lo que deseo. En diciembre me atreví a probar, y en EPA un chico que tenía una playera amarilla que decía 'Cashea', muy amable, me ayudó a hacer la compra. Desde allí he comprado. En verdad, me ha ayudado a obtener productos; también tengo compras de comida y repuestos de vehículo. Hay que tener disciplina y responsabilidad para responder a las obligaciones y estar atento a los cobros. Muy satisfecho con ese nuevo emprendimiento financiero.