Tuve un televisor de pantalla plana y quise cambiarlo por uno Android. Lo vendí y resulta que en la venta me estafaron con un billete de 100$. Volví a mi televisor antiguo. Cada vez que iba de visita a una casa, me daba nostalgia y melancolía. Más tristeza me daba cuando se iba la señal del cable y mi hija no tenía nada que ver. Para mí, como madre soltera y dependiendo de un sueldo que solo alcanza para la comida, era imposible adquirir uno de último modelo y pagarlo a plazos. Hace 2 años, Cashea me dio la oportunidad de pagarlo a cuotas y desde ese entonces no he parado de comprar con Cashea. Creo que fue la tapa que destapó la botella. Porque no solo pude adquirir uno, sino varios, también otros artículos. Ahora lo uso con la línea de mercado porque vulgarmente me saca de apuros, jeje entre comillas, porque luego me digo: bueno, cualquier cosa. Para pagar, ya saben cuál es el lema. Pero sí, cuando estoy muy ajustada, Cashea me ayuda con su línea de crédito. Gracias a Cashea por confiar en nosotros, los venezolanos, cuando nadie más lo hacía. Y aunque han salido muchas líneas de crédito, fue Cashea quien nos abrió las puertas y no lo cambio. Desde ese momento no dejo de comprar, tanto que he llegado al nivel 6. Recientemente tuve un problema de salud, del cual no esperaba porque fue de urgencia, y pues Cashea lo volvió a hacer: "me sacó de apuros". Esperamos que pronto hayan más beneficios, por lo menos para las personas que realmente quedamos bien. Gracias, gracias, gracias. No dejaré de agradecer. He sido portavoz para que muchas más personas se unan. Mis amigos y familia entraron en la fiebre de Cashea, jeje.